martes, 3 de marzo de 2009

Cómo ganarle a los malos

Por Javier Ibarrola


Con motivos muy diferentes, unos que sólo se dan en la clase política ambiciosa y pendenciera y otros por una hasta cierto punto simple inercia del escalafón, el gabinete del presidente Felipe Calderón experimentó una serie de cambios que poco o nada habrá de aportar realmente a la tarea que aún tiene por delante.
El de más alto nivel, Luis Téllez, Secretario de Comunicaciones y Transportes, era sin duda de los más esperados, dada su falta de respeto y formas que exhibió en sus llamadas telefónicas difundidas públicamente. Lo sustituye Juan Molinar Horcasitas, quien al más puro estilo del viejo priismo, saltó de la dirección del Seguro Social a Comunicaciones.
Sergio Vela, dejó el Consejo para la Cultura y las Artes, en tanto que Abraham González la subsecretaría de Gobernación para buscar una diputación federal.
Del otro lado, el general de División Humberto Alfonso Guillermo Aguilar, fue designado subsecretaría de la Defensa Nacional; Jorge Juárez Loera, del mismo grado, Oficial Mayor y Roberto Miranda Sánchez (quien fuera jefe de Estado Mayor Presidencial de Ernesto Zedillo), Inspector y Contralor del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos.
Cómo podrá verse, son realmente cambios de poca monta en ambos lados y que sin embargo sirven para distraer un poco al respetable.
Porque los cambios que realmente se requieren son del tipo de los que el procurador Eduardo Medina Mora puso en marcha en la dependencia que dirige, al limpiar la casa, y limpiarla bien, al grado de declarar que se había llegado ya a la cúspide.
El mismo ha juzgado que la circunstancia que enfrenta nuestro México es grave, que los costos siguen siendo muy altos en vidas humanas y el camino largo y difícil.
Y por ello es aquí dentro donde todos los actores deben unir esfuerzos para dar la batalla frontal, lo mismo los medios de comunicación como las fuerzas del estado.
Desde luego no se puede negar que para algunos la noticia es un artículo negociable, es decir, algo que vende y por ello el procurador Medina Mora llama la atención sobre quienes priorizan la fiscalización de los poderes públicos y del Estado por encima de la condena y el aislamiento del crimen organizado.
Durante el Foro “La Responsabilidad de los medios ante la lucha contra la delincuencia organizada”, Medina Mora dejó muy claro que “no se trata desde luego de tolerar ineficiencias y menos aún corrupción, pero sí de asumir el papel que la sociedad mexicana a los medios de comunicación en el combate a los auténticos y verdaderos enemigos de todos nosotros, del Estado –es decir: el gobierno y la sociedad- y también de los medios de comunicación “.
Sin duda se trata de un enemigo muy poderoso, cuyo principal objetivo es hacer dinero en grandes sumas, pero que para ello antes aterroriza a la población con su terrible violencia, misma que desde luego se refleja en las páginas de los periódicos y en las pantallas de los televisores.
Por una parte se emplean métodos violentos con mayor fuerza para imponer el caos en todo el territorio nacional, y por la otra, en una especie de efecto de “guerra de guerrillas”, la estrategia del narcotráfico involucra a la sociedad a través del narcomenudeo.
Todos estos factores conforman el todo maligno que amenaza la estabilidad e incluso la soberanía del país.
En Estados Unidos comienzan a escucharse con más frecuencia las voces que hablan de la “ayuda invasora” que libraría a México del flagelo del narcotráfico. Pesadillas aparte, ambos países militarizan la frontera todos los días en tanto que el secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván se prepara para recibir en su despacho al jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Mike Mullen y no precisamente para hablar sobre “juegos de guerra”, sino la siempre intentona yanqui de meter a México en su Comando Norte.
Ya estuvo por aquí el secretario de Defensa, Robert Gate, para mojarles la orejita a los militares mexicanos, prometiéndoles más ayuda para combatir a los cárteles del narcotráfico y asegurándoles que algunos de los viejos prejuicios contra la cooperación entre los ejércitos de ambos países se están haciendo a un lado en medio de la creciente violencia en el lado mexicano de la zona fronteriza. Aunque México no es Colombia, el plan es mandarnos unos cuantos cientos de “asesores militares”.
Tal parece que llegó el momento de tomar muy en serio cada uno su papel, y así como los medios de comunicación deben ponderar las metas de su responsabilidad social, las fuerzas que defienden a este país, el Ejército en particular, comenzar a pensar en documentar seriamente lo que parece ser una intervención armada en puerta.
Después de todo, las críticas y el rechazo manifiesto en diversos estados contra el ejército, no es casual. En ello se esconde la intención de debilitarlo ante la sociedad que defiende.

fuerzasarmadas@prodigy.net.mx
www.fuerzasarmadasmexicao.blogspot.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Javier,

Y ese "plan de mandarnos unos cuantos cientos de “asesores militares” como lo imagina usted? ¿Pacífico y disfrazado de ayuda o violento como un Vietnam?

¿Cuando dice "el Ejército en particular, comenzar a pensar en documentar seriamente lo que parece ser una intervención armada en puerta." , la intervención armada se traduce en una invasión a lo grande, hollywoodesca, pero con muertos muy reales?

Por cierto, y pasando a otra pregunta que mi desempleado cuate G no encuentra respuesta en Google, ¿sabe usted cual es la edad máxima para ser aceptado en el Ejército?