Permanencia Miitar

Por Javier Ibarrola

Hace poco más de diez años, un joven político que dirigía ya el partido que habría de desplazar al Revolucionario Institucional, advertía que ante la “descomposición” de las autoridades civiles, los militares van ganando terreo en la vida política nacional.
Visionario o previsor, aquel joven político de nombre Felipe Calderón Hinojosa, entonces dirigente nacional de Partido Acción Nacional, dio una temporada por acudir al tema militar para sus discursos ya sea en escenarios locales como extranjeros.
Por ejemplo, en octubre de 1996, al presentar el programa político y económico del PAN en la Americas Society de Nueva York, señaló que la creciente presencia del Ejército en la vida cotidiana de México debe tener un “efecto totalmente transitorio”, y que la participación militar en la lucha contra el narcotráfico debe hacerse con la “coordinación y responsabilidad de la autoridad civil”.
Desde luego eran otros tiempos y entonces Acción Nacional consideraba al Ejército como el brazo armado del PRI, al que usaba para prevalecer en el gobierno.
Hoy aquel joven político panista es el presidente de la república y hace tiempo se dio cuenta de que el efecto de la presencia de los militares en la vida política del país no está siendo tan transitoria como hubiera querido, a tal grado que prácticamente cada vez que puede insiste en que los soldados no regresarán a sus cuarteles hasta que el gobierno no cuente con cuerpos policiacos de alto nivel.
Sin embargo su discurso sobre cuestiones militares no fue tan dañino, ni antes ni ahora, como lo está siendo el del actual dirigente nacional del PAN, Germán Martínez Cázares, quien ante la sombre que ya proyectan Horcasitas y Gómez Mont para el 2012, no encontró mayores elementos que acusar de narcos a los jerarcas priistas. Y en esas sigue.
Lo que extraña en el discurso presidencial es que ahora le agregó a su tarea por recuperar el control del estado, un “enemigo” más. Tenemos la misión de defender las libertades de los mexicanos, “las libertades que se ven amenazadas, o por la delincuencia o por el autoritarismo”.
La delincuencia la tenemos bien identificada, pero a ¿qué se refiere con “autoritarismo”?
Porque generalmente, los entes autoritarios se localizan en el centro del poder político o en el centro del poder militar.
Martínez Cázares tiene la obligación de ganar las próximas elecciones intermedias y piensa que acusando a los priistas de protectores de narcos podrá hacerlo. Quizá esté buscando con ello jalarse para su lado al encargado de la política interior, pero Gómez Mont es más listo que el joven Germán como para caer, precisamente, en el “autoritarismo” antipriista.
Calderón, más que espantarnos con el fantasma del autoritarismo, debería recordar sus palabras cuando joven y luchar contra la “descomposición” de las autoridades civiles de su gobierno.
Pero el discurso de Germán ya está causando daño en las filas del panismo, como causa al menos inquietud en los círculos militares de alto nivel.
El, presidente Calderón entregó al Ejército una grande responsabilidad, junto con un arca abierta.
Los altos mandos están comprometidos hasta el tuétano en varios frentes: la lucha contra el narcotráfico, la presión que ejerce en el Pentágono y desde luego la problemática social que pudiera surgir en cualquier momento.
Como seres humanos y entes políticos, los militares se preparan también para los años finales del sexenio y lo que habrán de recibir, y desde luego ya se mueven las piezas que habrán de tener enfrente al próximo secretario de la Defensa Nacional, por muy temprano que sea para mencionarlo.
A Calderón le queda poco tiempo para organizar buenos cuerpos policiacos, por lo que los soldados seguirán, como él lo reitera, al frente de esta lucha contra la inseguridad pública. Así, las fuerzas armadas llegaran sumamente fortalecidas al 2012 (al menos eso esperan, porque también pueden llegar totalmente debilitadas), por lo que no extraña que ya se prepara el equipo que se hará cargo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Según sean los resultados en el futuro inmediato, este equipo saldrá del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional o bien el próximo jefe del Ejército será un hombre con vasta experiencia en el terreno y en la lucha contra el narcotráfico.

De Imaginaria

El procurador General de la República, Eduardo Medina Mora cerró una buen pinza al anunciar cuantiosas recompensan para quien proporcione información verídica que lleve a la detención de los capos de las drogas más peligrosos de México.

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