miércoles, 18 de marzo de 2009

La última frontera

Por Javier Ibarrola


Julián David Rivera Bretón es un general de “los de antes”, como decían de Bonifacio Salinas Leal, de los que “tiraron tiros”, además de prepotente y arbitrario cuando así lo considera necesario.
Es de los muy pocos militares que alcanzaron el grado de general sin pasar por la Escuela Superior de Guerra donde se obtiene el Diplomado de Estado Mayor.
Durante el conflicto chiapaneco provocado por la aparición del EZLN, comandó la Fuerza de Tarea “Rivera Bretón” en las Tacitas. Después participó en la Fuerza de Tarea Marte-24 en Sinaloa, Chihuahua y Durango.
En 2002 fungió como comandante de la 42ª Zona Militar en Santa Gertrudis, Chihuahua; 2003 en la 9ª ZM de Culiacán, Sinaloa y en 2004 se fue a retiro con el grado de general de Brigada.
Con sus 67 años de edad y su oriundez poblana, Rivera Bretón ahora se una a otro tipo de fuerza al ser nombrado Secretario de Seguridad Pública de Ciudad Juárez, Chihuahua, uno de los municipios más violentos y sangrientos del país, considerado además como la última frontera.
Como nunca antes, cerca de diez mil efectivos militares, de los cerca de 60 mil que conforman la fuerza operativa real del Ejército, se posicionan en un solo territorio.
So pena de que me acusen de agorero, ¿qué pasaría si ese mismo problema que sufre Chihuahua y Cd. Juárez en especial aflorara en otros diez municipios del país? Pero esto no ocurrirá, pues ahora se trata de estar bien con Washington y todo lo que la última frontera les significa.
De ahí que el “buen vecino” reitere, ahora en voz del jefe del Comando Norte del Ejército de Estados Unidos, su disposición para ayudar a México. El Comandante Víctor E. Renuart afirmó que “se necesita de algún refuerzo” (militar) para que la violencia mexicana no pase a territorio norteamericano.
El Comando Norte, que no ceja en su intento de absorber a México militarmente hablando, “ha empezado a participar más activamente en la ayuda a México contra la violencia del narcotráfico”.
Muy pronto, en base a la Iniciativa Mérida, Estados Unidos enviará varios helicópteros a las fuerzas armadas mexicanas.
La situación en Cd. Juárez es realmente grave desde hace varios años pero una especie de guerra de baja intensidad se inició apenas hace unos meses. Se ha convertido en un escenario donde todos experimentan juegos de guerra, incluyendo desde luego a los cárteles de la droga.
Tal cantidad de efectivos enviados a ese lugar no es garantía alguna de lo que realmente se busca. Diez mil soldados para lograr que bajen de 12 a 4 los crímenes, es una inversión muy pobre en resultados y muy cara en todo lo demás.
Uno de los precios más altos puede ser la participación real de México en el Comando Militar Norte.
Se trata de un tema al que el alto mando militar mexicano siempre le ha sacado la vuelta. En 1995, cuando por primera vez vino a México un secretario de Defensa estadounidense, William Perry, el general Enrique Cervantes Aguirre, secretario de la Defensa Nacional le dijo: “Para nadie es desconocido que las relaciones entre vecinos deben ser manejadas con singular prudencia, meticulosidad y buena fe. Pero cuando estos vínculos atañen a las cuestiones de seguridad y defensa, nos exigen un más elevado rango de responsabilidad, eficiencia y cautela, preservando siempre los objetivos fundamentales y los intereses nacionales”.
Su sucesor, el general Gerardo Clemente Ricardo Vega García, en una de sus comparecencias en el Senado, les dijo a los legisladores, que le inquirían sobre la participación de tropas mexicanas en misiones de paz en el extranjero, (ahora exigencia francesa): “primero vamos a arreglar la casa y luego vemos”.
El actual secretario, el general Guillermo Galván Galván no ha dicho una sola palabra al respecto, pero llegado el caso, hará, como sus antecesores, exactamente lo que le ordene el presidente, después de todo es su comandante supremo, “nos guste o no”, como alguna vez dijo un secretario de la Defensa Nacional.
De cualquier manera, el desenlace está cercano, por impredecible que este sea: desde la detención del forbiano Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, hasta la integración de México al Comando Norte.
El Ejército mandó lo mejor de sus tropas y en gran número, otras dependencias participan en menor cuantía aunque con igual determinación; las agencias policiacas locales de Juárez están en manos de militares retirados, cuyo desempeño en otras regiones del país no han tenido éxito e inclusive han sido blancos de balas asesinas de dudosa procedencia.
Pero si fallan el Ejército y los militares, la última frontera corre el riesgo de perderse.

fuerzasarmadas@prodigy.net.mx
www.fuerzasarmadasmexico.blogspot.com

No hay comentarios: